miércoles, 1 de junio de 2016

Jugando a: Numenera







Bueno, aquí tenemos una nueva partida del Colectivo 7D7, y en esta ocasión nos metimos de lleno en el noveno mundo. Seis jugadores encarnan a un grupo pequeño de exploradores dedicados al comercio de reliquias de eras anteriores, a lo largo de las tierras de "Lo Inalterable", mil millones de años en el futuro.




Vilard: Un astuto Nanohechicero que cabalga el relámpago, tiene un pasado que procura ocultar. Desde que dejó el sur del Espinazo Negro, fue marchando por las tierras de lo inalterable hasta el norte, y a lo largo de su viaje ofreciendo sus servicios, fue conociendo al resto de su actual compañía, ayudándolos en su mayoría cuando empezaban a usar sus habilidades especiales. A menudo deposita su fe en un extraño colgante extraño con un engranaje, que siempre le dio suerte.



Sikozu Suala Shanti Sugaysi Shanu: Una Jack grácil que explora lugares sombríos. La primera en unirse a la compañía del Nanohechicero, tiene una conexión especial con Vilard y él puede llevarla consigo en sus desplazamientos eléctricos. Su curiosidad natural a menudo proporciona muchos trabajos y recursos útiles a la compañía.




Yugar: Un Nano Mistico/Mecánico que blande el eficazmente. Es el más inteligente del grupo y especialista en el numenera y la percepción del mismo cuando está activo, aunque su elevado intelecto a veces le hace impaciente. A menudo suele ser la voz de la razón cuando no es Vilard el portavoz.




Askani Shou: Un Glaive furtivo que fusiona carne y acero. Este Ciborg no tiene una conexión personal con nadie, cobra a Vilard por ser su guardaespaldas y máquina de guerra andante. Potente, fuerte y decidido pero a menudo demasiado arrojado. Gusta de quedarse trofeos de sus presas.





Joe Brown: Un Glaive mutante que existe parcialmente fuera de fase. Este hombre escamoso se unió al grupo de Vilard con Yugar, al cual no le afectan sus arcanos, y una de sus mutaciones no evidentes es la telequinesis. Suele ser bastante amigable pero dado su origen abhumano, no es muy bien recibido en algunos lugares.



Branquia en llamas: Un Jack Varjellen que porta un halo de fuego. Este alienígena cuando descubrió su poder ígneo, recibió la ayuda y consejo de Vilard y le acompaña desde entonces, su fuego no puede quemar al Nanohechicero. Hace honor a su condición de Jack cada vez que puede, pues es un maestro de la improvisación, tan enérgico como las llamas que salen de él.





Comenzaron en el reino de Navarene, donde habían salido de Charmonde tras un buen negocio de venta de dispositivos y materiales. Gracias a ello consiguieron un buen intercambio, logrando un carro ingrávido de dos pisos, tres habitaciones y un pequeño taller en la parte inferior, y tirado por dos robustas bestias Annen. El techo de acero sintético del tejado también servía para hacer de vigía. Aunque viven algo apretados, siempre les es mejor que ir deambulando.

A mitad de trayecto, siendo Branquia quien conduce, avistan un grupo de abhumanos Magr con armas rudimentarias y trineos tirados por bestias, iniciándose así una persecución. Prácticamente todos subieron al techo del carro para poder hacer de tiradores, pero el terreno era demasiado irregular haciendo que casi se cayeran más de una vez.

Joe Brown demostró su talento con su ballesta pesada en más de una ocasión. Tras eliminar unos cuantos y recibir Yugar un flechazo en el hombro, bajaron rápidamente un terraplén teniendo oportunidad de herir algunos más. Sin embargo las bestias Annen de tiro parecieron descolocarse y ponerse nerviosas, obligando a Branquia a parar antes de que volcaran. A su vez también se pararon los Magr habiendo perdido la mitad de los suyos y quedándose en la cima... El Glaive Askani decidió bajar y correr hacia los cuerpos para revisar por si tenían algo de valor, y al mismo tiempo que encontraba un dispositivo del tamaño de su mano y con la forma de una pirámide pequeña.

Los Magr desaparecieron de la vista del grupo, pero estos empezaron a oír sus gritos agónicos, y tras los avisos de Vilard y los demás, Askani se encaramó al carro cuando la misma ya se puso en marcha. Un minuto más tarde vieron surgir una enorme nube naranja como un gigantesco muro sobrepasó el terraplén y empezó a dirigirse hacia ellos, transformando todo el terreno aleatoriamente mientras los seguía. Azuzaron a las bestias Annen mientras el viento de hierro seguía ganándoles terreno.

Podían divisar el pueblo de Fasten, llegaron a pensar que ni siquiera allí estarían seguros pero una torre se elevaba en medio del pueblo, y de la cima surgió un destello que creó una cúpula de energía que envolvía todo el cuerpo, salvo un arco metálico que mantenía una apertura para pasar. Mientras, Sikozu descubría el uso del dispositivo, un campo magnético repulsor que alejaba el metal. No dudó en activarlo y lanzarlo hacia la nube, la cual de pronto se abrió 5 metros alrededor del dispositivo, dándoles tiempo. Gracias a la conducción suicida de Branquia entraron por la apertura justo a tiempo, antes de que la cerraran, y el viento de hierro se estrelló contra la bóveda de energía, incapaz de pasar y envolviéndola antes de seguir su curso.

La frenada fue brusca y Sikozu salió volando, cayendo o más bien encima de alguien, un ser que a la vista estaba no era humano, cuando se quitó de encima vio que era un Varjellen, bien vestido y con una espada que los nanos podían percibir como un potente numenera. Había un corrillo de guardias alrededor de ellos, y detrás de los guardias los habitantes echando un ojo con curiosidad.

Descubrieron que se trataba de Krell, jefe de la guardia de Fasten y mano derecha de la alcaldesa Adroa Vallone, y tras evaluar que los pjs no eran una amenaza les dijo que eran bienvenidos y al escucharles decir que ofrecían sus servicios, les dijo que les daba una hora para ir a ver a la alcaldesa, para que aprovechasen para descansar, curarse y reabastecerse. Dejaron el carro y las bestias junto a la carreta de una muchacha joven llamada Cali que vendía desde baratijas a suministros básicos.

Joe Brown parece que le cayó en gracia a Cali, y le hizo descuento además de contarle algo de información. Descubrieron que la comidilla de los rumores y trabajos es el Seskii Moteado, una taberna no muy lejos donde se hacían carreras de Rubars y apuestas sobre las mismas.

Mientras tanto, Vilard y Yugar fueron al ayuntamiento donde les esperaban la alcaldesa y el Varjellen Krell, la cual encontraron algo tensa y molesta, pero esa actitud desapareció al verles. Les explicó que esa noche iba a celebrarse una fiesta por las cosechas del pueblo y que llegarían caravanas de mercaderes para vender bienes y servicios en la celebración, pero que en las últimas dos semanas han desaparecido dos cazadores y luego un grupo de reconocimiento que mandaron en su búsqueda, y quieren mantener fuerte la seguridad de la fiesta y averiguar qué les ha pasado a los desaparecidos.

En ese momento Branquia logró hacer con el cráneo de un Magr un cuerno para beber y otro que sirviera para dar la alerta, los dos cuernos para Askani, que mientras hacía un letrero de "realizamos servicios", y por otro lado, Joe Brown y Sizoku descubrieron varios rumores, un par de trabajos menores como el de dos hombres que a menudo miraban los objetos de Cali, y uno llamativo sobre que en las cosechas estaban apareciendo de la nada cráteres y no sabían qué los causaba.

Al reunirse todos, decidieron dar prioridad a este último antes de salir a buscar a los desaparecidos, y encontraron los cráteres, todos semiesféricos, algunos del tamaño de un cuenco, otros del de una piscina. Yugar notó actividad arcana en uno de los cráteres que se estaba formando, la materia simplemente desaparecía, alrededor de una esfera negra del tamaño de un puño.

Branquia lo sintió como una amenaza y activó su poder cubriéndose de llamas, pero al usar ambos sus poderes debió haber una reacción en la esfera, pues de pronto fueron succionados por ella, desapareciendo. Los demás se preocuparon por lo ocurrido, mientras oían las voces de ellos en otro de los cráteres, a unos 50 metros.

Mientras, en un entorno totalmente oscuro salvo por la luz que emanaba Branquia con su fuego. Estaban en un islote de tierra blanda, mientras alrededor había una extensión de plataformas metálicas exagonales del tamaño de un plato ensambladas entre sí. Yugar se adelantó un poco al límite y cuando levantó un pie para saltar, uno de los hexágonos se elevó como una columna colocándose debajo de su pie. Por lo visto, el suelo se elevaba conforme ellos caminaban fuera del islote para que no cayeran... y podían ver algo dando chispazos en medio de la oscuridad, por lo que tomaron esa dirección.

Por otro lado en los cultivos encontraron un cráter nuevo, con otra esfera, y Askani se dejó llevar por su vena guerrera dispuesto a destruir la esfera negra, colocó un dispositivo potenciador en su hacha y se dispuso a lanzar un hachazo a la esfera... logrando ser absorbido también y cayendo en peso sobre metal en el lugar donde Branquia y Yugar estaban. Vilard empezó a entender gracias a sus estudios, recordó que algunos numenera eran tan excepcionalmente potentes que podían alterar el espacio-tiempo, y decidió cruzar agarrando la esfera y cayendo junto a los demás.

Vilard se encontró en una plataforma más grande, hexagonal y metálica donde estaban los otros tres. En medio había una mesa que parecía hecha de carne cromada, encima de ella había un soporte de color cobre que sostenía una esfera negra de exterior cristalino, en la que había una grieta. Vilard y Yugar llegaron a la misma conclusión al estudiarlo, se trataba de un numenera de contención averiado y lo que fuera que había dentro quería salir.

Branquia tuvo la idea de que quizá pudiera fundir y soldar la grieta, pero en el momento en que lo intentó, la esfera se partió en dos. Entonces, todos sintieron una presencia junto a ellos, de una figura de más de dos metros sumida en una mortaja negra y roja y un espejo ovalado en vez de rostro, impidiendo cualquier rasgo apreciable. Todos se pusieron nerviosos pero lograron calmarse lo suficiente para hablar con la criatura... pero la criatura les hablaba con contestaciones ilógicas a sus preguntas.

El ente entonces elevó la vista a la inmensa oscuridad que tenían encima y de repente todos sintieron como si la gravedad se invirtiera, cayendo hacia arriba y estrellándose de pronto en uno de los cráteres de los campos, con una esfera blanca, un artefacto antiguo de reparación. La partida terminó en cuanto cobraron la recompensa por solucionar ese problema.


La sesión fue bastante entretenida y divertida, y aunque el número de jugadores era elevado, todos disfrutaron en mayor o menor medida. Persecuciones, diálogos, misterio, dudas... e intromisiones, muchas intromisiones. Y eso que todavía no han llegado ni a la mitad de la historia, pero a grandes rasgos, la partida dejó un agradable sabor de boca.



Vilard (Jose Gallardo): Lo cierto es que en ningún momento fui consciente de que iba a reclutar a semejante panda de inadaptados sociales, empezando por mí mismo. Durante la creación de fichas, casi todos los jugadores me hicieron depositorio de sus poderes y excentricidades, así que sí, los he ido reuniendo en un intento autogestionado de inclusión social.
El mayor problema de Numenéra es que cualquier cosa puede ser un problema. El colgante que llevo no parece hacer nada (o el máster no me ha dado sus mecánicas para hacerlo más narrativo), cualquier bicho es capaz de matarte y hacia tormentas de nanorobots que te mutan porque pueden... Pero así es la vida en el noveno mundo. Por lo que me centré en intentar sacar el máximo partido a todas las ocasiones y en experimentar qué podían hacer mis poderes de nano. Ya veremos cómo va evolucionando la situación.
Por lo demás, una partida divertidísima, con bastante acción y ocasiones de interpretación. Espero repetir pronto.

Sikozu Suala Shanti Sugaysi Shanu (Eriol): La ambientación de Numenéra me encanta. Son tantas posibilidades y tan bien representadas que siempre tienes la incertidumbre sobre lo que pasará a continuación. En cuanto al grupo de inadaptados, lo normal para el colectivo :D. Sabiendo los tentadores que eran los poderes "chulos", preferí hacerme un personaje "normal", una exploradora con muchas habilidades, de la que espero sirvan para sacar al grupo de algún lío.

Yugar (Adrián):

Askani Shou (Santi):

Joe Brown (Manu):

Branquia en llamas (Borja):

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