Jugando a: Dark Heresy

Otro domingo más y otra partida. Esta vez a Dark Heresy. Parte del proyecto Despertais..., jugamos una partida parte introducción a la ambientación del 41º milenio y parte creación de personajes. Como premisa inicial los personajes jugadores no saben nada del trasfondo, y despiertan en una habitación oscura...

Todo comienza con los jugadores con una estupenda ficha vacia, y despertándose en su habitaculo. Son sirvientes del Administratum imperial, trabajadores muy poco cualificados que se dedican a tareas ingratas y monótonas en una aguja en la colmena Sibellus en Escintilla. Uno más entre millones. (Tras la introducción empezamos con la ficha haciendo las tiradas básicas).

Más tarde al terminar su turno de 12 horas encuentran en la ropa un holodisco con una dirección, una ruta, algo nuevo en sus grises vidas. Deciden seguirla y los lleva a una puerta en una zona de la colmena algo apartada. Allí se reúnen por "primera vez", les "suenan" sus caras, pero no saben de qué. Tras presentarse llaman a la puerta y un squat en smoking les abre, se hace cargo de los holodiscos y sin más les permite la entrada. Dentro hay un ambiente muy distinto al que están acostumbrados, alcohol en sus diversas formas, drogas, mujeres... Poco a poco se van dejando llevar por los placeres y tienen sueños de lo que parece otra vida. (Aquí elegimos el planeta de origen). Sin recordar nada más de la noche, despiertan en sus habitáculos.

Otro día y otra jornada dura de trabajo. Esta vez al salir se encuentran con el squat (que responde al nombre de El Squat) y les da un nuevo holodisco con otra dirección y una cita para esa noche. Empiezan las dudas, y hace falta un poco de "magia del master" (que no lo es tanto ya que se fundamentará en la publicación del módulo) para que vayan a la cita. Esta vez les entregan armas con la excusa de que hay un mutante suelto en una zona derrumbada. Un tarado, un mutante que aterroriza a los ciudadanos de bien del imperio. Y claro hay que cazarlo. (Cuando están viendo las armas, sufren otro aluvión de recuerdos y nos pusimos a elegir la clase de personaje). 

Sus nuevos amigos les invitaron a unirse a su "familia", ya les avisarían del glorioso día.

Tras la caza, que se redujo a un simple asesinato del pobre tarado, les dejé vía libre sin intervenciones divinas, y las cosas empezaron a torcerse.

Lo primero fue una pelea a puñetazos entre el pistolero metalicano y la hermana de batalla. No se por qué fue (aprovecharon que iba a hacer aguas menores xD), pero el caso es que hice una tirada porcentual y salió que los veía una patrulla de arbitradores que les daban el alto. Todo terminó con los personajes de los jugadores corriendo para evitar ser capturados.

(Bien...)

 No sabían como contactar entre ellos.(Ermm.) Y solo hay unos cuantos miles de millones de personas en la colmena. Así que visto lo visto la hermana de batalla decide buscar a alguno de sus compañeros por la aguja en la que trabajan, o lo que es lo mismo, encontrar una aguja en un pajar gigantesco. El personaje Tecnosacerdote por su parte, decide, tras fallar en hacerse con un cogitador de manera encubierta, preguntar a un supervisor por el único del grupo que conoce (vamos bien), por su parte el supervisor le pregunta por la causa de la petición, y el tecnosacerdote le dice que es personal (maal). El supervisor se indigna y le pide su nombre para la consecuente sanción administrativa, y el tecnosacerdote miente (argggggggggggggggg...) y cuando se le pilla en la mentira huye (comorrr...).

Termina siendo interrogado por un arbitrador, y directamente lo canta todo (sig) y además da el nombre de otro compañero. Que a su vez es arrestado e interrogado y que canta también y da el nombre de un tercero... (el caos, el caos...)

Este, el pistolero metalicano, al menos no canta de primeras y llega fase de tortura física. Al final llega a un acuerdo para llevar a los arbitres a la cita que tendrá con la "familia" y no denuncia a nadie más. El resto se dedican a pasar los días sin hacer nada.

Cuatro días después el squat los busca y los lleva a una zona noble de la colmena. Los personajes detenidos quedan fuera de la partida y el resto han de enfrentarse desarmados a su destino.

No contaré el final para dejar algo para la publicación del módulo, pero decir que la cosa no salió del todo mal. Terminaron de recordar todo (di los 400 puntos de experiencia extra) y su próxima misión para la inquisición será una calificada de suicida, para ver si son aptos y se redimen a los ojos del inquisidor,

Por último decir que como yo lo veo el mundo de warhammer 40k es duro, la vida individual no vale nada, son uno más entre billones y a no ser que hagan algo por destacar serán devorados por sus enemigos o por la maquinaria del mismo imperio. Y así lo voy a dirigir...

Fue una sesión más de las nuestras :), caótica, loca y divertida. Y esta ambientación completa la trilogía que voy a dirigir esta temporada junto a El reino de la Sombra y First Contact: x-corps. Variado para no aburrir.

Nos vemos en la próxima...

Dramatis Personae:

Axel Bloodedge (Pistolero Metalicano) (Pablo):

Raimius (Arbitrador) (Santi):

Arumus (Psiquico autorizado) (Adrian): Como de costumbre una partida caótica de las nuestras XD, esta vez no solo no nos coordinamos si no que nos apuñalamos por la espalda...XD. La ambientación no la domino mucho, pero sí que se notó el cálido abrazo de la opresión en nuestros personajes. No había acción sin consecuencia y había que andarse con ojo si no querías verte convertido en un "puré humano".

Me hubiera gustado un enfrentamiento algo más extenso contra el bicho en cuestión, pero por otro lado creo que la partida no iba de eso, si no de hacernos la ficha mientras jugábamos, por lo que creo que en ese sentido no se debía alargar en exceso la partida. En general una partida introductoria bastante aceptable, a ver que nos depara la próxima.

Tybalt Rancor (Guardia imperial) (Miguel) (Procesado): Coincido con el psíquico, fue una partida bastante desorganizada, y me sirvió para enterarme y sumergirme más en el trasfondo. Tambien deja constancia de lo difícil y letal que es el juego para los personajes, es muy fácil que un personaje quede incapaz de ser jugado (morir o una mala decisión), pero a mi entender eso hace el juego más interesante.

John Blacksmith (Tecnosacerdote) (Manu) (Procesado): La partida estuvo chula a nadie le mola que le casquen su pj pero desde luego que la cagada se lo merecía y una vez metida en ella el efecto inquisición mola bastante. En mi defensa argumentaré que debido a no coscarme de la importancia del tio con el que hablaba hubiese actuado de otra forma... (para cuando quise rectificar fue demasiado tarde).

 La idea de montar una partida desde el desconocimiento en este trasfondo la verdad que es bastante difícil mantener a un grupo unido. Aunque teníamos ciertos mecanismos para reconocernos la situación puede resultar confusa ; lo que le añade un plus tanto a la supervivencia como a la interacción del grupo. Os encantará lo bien ambientada que esta quizás algo difícil pero ¿que mundo de Warhammer no lo es?.

Mexicali (Adepta sororitas) (Jose): La partida fue un poco caos, en parte gracias a mí cuando decidí romperle la nariz al pistolero mecánico por sugerir que por ser mujer, no podía servir igual de bien al emperador. Así que, decidí empezar una pelea. Eso no ayudó al grupo, la verdad. Pero sí fue divertido.
Con respecto a la ambientación, la verdad es que me encantó. Un mundo ultraopresor en el que la mala sangre está presente desde que te levantas hasta que alguien te revienta.

Como partida introductoria al mundo de Warhammer 40000, la verdad es que me encantó. Experimentas con tu pj lo más bajo del sistema imperial y vas agradeciendo ser diferente a los funcionarios en cada momento. Es una partida tremendamente letal, todo hay que decirlo, pero aún así, la disfruté mucho. Desde lo más superficial: aprendes a hacer la ficha mientras juegas, lo que hace del proceso algo muy entretenido. Hasta lo más profundo: al hacer así la ficha te compenetras mucho más con tu pj porque vas descubriéndolo mientras le van pasando cosas.